Suma Comunicación es el resultado de una larga experiencia en el mundo de la publicidad, al pie del cañón. Venimos de trabajar codo a codo con la microempresa,  que forman el 95% de actividad empresarial española, por lo que conocemos bien las necesidades que tienen y como debemos ajustarnos a ellas.

Las dificultades y retos del día a día
Sabemos que una empresa pequeña o un autónomo tiene que hacer frente a decenas de pequeñas batallas día a día, del mismo modo que sabemos que ninguna empresa puede crecer sin crear una mínima departamentación. Si a esto añadimos la gran competitividad que existe en un momento de auge del autoempleo o la iniciativa emprendedora, rápidamente daremos con la conclusión de que el marketing, la comunicación y la publicidad (¡ah! ¿Pero no son lo mismo?) son un compañero inevitable en el camino; Suma Comunicación ofrece delegar esta dimensión de la empresa.

Para enfrentar los problemas hay que ser honestos y realistas: la rentabilidad viene cuando uno se dedica a lo que sabe y sobre todo, cuando se evita la multitarea. Un empresario atiende, como decíamos al principio, multitud de tareas relacionadas con la actividad de su empresa: nuestro objetivo es que la comunicación y la publicidad funcionen sin que él tenga que preocuparse  por ello. Sabemos que esto supone una inversión dolorosa porque los márgenes de las pequeñas empresas no son muy amplios y… no nos gusta ver a empresarios metidos a diseñadores que, salvo honrosas excepciones, más que ayudar a su empresa le clavan pequeños puñales con cada esfuerzo. Si no se resuelve correctamente esta situación es cuando llega el círculo de la muerte: NO TENGO DINERO: NO INVIERTO O INVIERTO MAL EN PUBLICIDAD: MI EMPRESA SE ESTANCA = NO GANO MÁS DINERO.

En Suma Comunicación hemos enfrentado esta situación en empresas muchas veces, por eso hemos creado una fórmula para trabajar con ellas de manera que se rompa este círculo, una forma de crear un departamento de comunicación en tu empresa que aporte profesionalidad, eficacia y control sobre la comunicación y la publicidad de tu empresa (porque no, no son lo mismo, pero eso lo hablaremos otro día), sin que esto suponga una inversión desmesurada y adaptada a la realidad de cada cliente.